Ojeando la revista mensual El Mundo de la Mountain Bike encuentro en la última página el habitual "Tirando millas" espacio dedicado a simplemente escribir de lo que el redactor quiera relacionado con las bikes. Titulado "Por el monte las sardinas".
" Un conductor pide 20.000€ a los padres del ciclista que él mató "
Sacado textualmente:
Leyendo el periódico observo una foto que muestra las caras abatidas de un matrimonio vizcaíno que perdió a su hijo atropellado por un coche de gran cilindrada cuando circulaba en bicicleta.
El artículo explica que el lujoso automóvil que le mató quedó muy abollado y que para repararlo hacían falta veinte mil euros.
El demandante asegura [ OJO ]: "lo del chaval muerto no se puede arreglar, pero lo de mi coche sí".
Los detalles policiales aclarán que la victima circulaba por la noche sin chaleco reflectante y, sin casco. El conductor circulaba a más de 160 km/h y había bebido alcohol, pero eso es lo de menos.
Sólo a los locos se les ocurre surcar las noches de verano en bicicleta, bajo un dosel de estrellas y sintiendo el aire fragante en el rostro, cuando podrían ir cómodamente sentados en el asiento de cuero, borrachos y con el aire acondicionado a tope. . .
En memoria de Enaitz Iriondo, murió a la edad de 17 años el 26 de agosto atropellado en la carretera comarcal de Castañares, en La Rioja
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